Last Tour international nos trae para rematar la temporada de festivales un evento indoor que lejos de ser el típico festival al uso, engloba otras muchas actividades relacionadas con el entorno musical, creando en suma un macro evento bastante atractivo.
Entre las distintas
actividades encontramos BIME pro, una sección donde se organizan una
serie de conferencias realizadas por ponentes de primera fila en la escena
musical de perfiles muy diferenciados (merece la pena que aquellos que se lo
han perdido echen un vistazo para ver quienes han acudido en este enlace ), un BIME Market el cual da cobijo en formato feria a las
principales empresas de la industria musical y donde se expondrán productos y servicios
dirigidos a aficionados y obviamente a profesionales del sector. Por supuesto,
no podía faltar la música en directo BIME Live. Con esta atractiva oferta,
transcurría una semana de lo más intensa para los aficionados y
profesionales de la música.
Adentrándonos en el mundo BIME Live procedo a relataros la experiencia que me tocó vivir. Dos días llenos de música, de diferente envergadura, y donde se concentraban desde bandas reconocidas como “Imelda May”, “The National” o los ingleses “Placebo”, hasta gente que busca poder hacerse un hueco en este complicado mundo como puede ser la joven banda “Señores”. Este amasijo de estilos tan variados y formaciones tan diferentes, se condensaba repartido en cuatro escenarios stage 1, stage 2, stage Euskadi y stage teatro dentro de los pabellones del BEC. La verdad es que a Last Tour International siempre se le ha dado bien mezclar bandas de diferentes estilos y compatibilizarlas entre sí, de manera que resulte atractivo al festivalero y acabe saliendo del evento conociendo un montón de bandas nuevas. El Azkena rock festival ha sido la prueba de ello, durante más de una década.
Adentrándonos en el mundo BIME Live procedo a relataros la experiencia que me tocó vivir. Dos días llenos de música, de diferente envergadura, y donde se concentraban desde bandas reconocidas como “Imelda May”, “The National” o los ingleses “Placebo”, hasta gente que busca poder hacerse un hueco en este complicado mundo como puede ser la joven banda “Señores”. Este amasijo de estilos tan variados y formaciones tan diferentes, se condensaba repartido en cuatro escenarios stage 1, stage 2, stage Euskadi y stage teatro dentro de los pabellones del BEC. La verdad es que a Last Tour International siempre se le ha dado bien mezclar bandas de diferentes estilos y compatibilizarlas entre sí, de manera que resulte atractivo al festivalero y acabe saliendo del evento conociendo un montón de bandas nuevas. El Azkena rock festival ha sido la prueba de ello, durante más de una década.
El festival daba comienzo
el viernes a las 18:30 con los gipuzkoanos “John
BerKhout” que sorprendía con una oferta musical muy personal a base de
indie rock y algo de folk. A continuación los curiosamente daneses, llamados “Go go Berlin” conocidos por temas como “Raise your
head” o “Castles made of sand” y que empezaban a animar algo más el cotarro a
base de buen y directo rock. Entrada la noche, comenzaba el turno de lo más
exquisito de la jornada. “Imelda May ”, la
cantante irlandesa de rock’n’roll y rockabilly es una apuesta segura y la
organización que bien lo sabe de otras ocasiones, nos ha recompensado
incluyéndola en el cartel. Su puesta en escena y su nivel sobre las tablas está
fuera de duda y así lo demostró de nuevo en esta ocasión, la energía y la
frescura irrumpían en el escenario como una apisonadora. Ataviada en esta
ocasión con un vestido de vampiresa y el pelo suelto, desgranaba su repertorio
dando un repaso a su disco nuevo “Tribal” y hits de la casa como “Johnny Got a
boom boom”. La noche seguía corriendo y otro cambio de estilo venia dado de la
mano de otra mujer, “Macy Gray” conocida por
su clásico imperecedero “Try” con la que obtuvo un grammy y que se impuso sobre
la tarima con su poderío a base de rhythm and blues y soul de alta calidad.
Sensibilidad y fortaleza compaginadas por partes iguales. Además tiró de
versiones interpretadas con su peculiar e inigualable estilo, y que sirvieron
para satisfacer a todos los congregados, “Sukyaki” de “Taste of honey”, “Everything’s gonna be alright” de “Bob
Marley”, “Creep” de “Radiohead” o la rockera “Do you think I’m sexy” de “Rod
Stewart” brillaron entre los presentes. Los más puristas empezaban a quedarse satisfechos.
Algunos de los más veteranos de hecho, incluso comentaban haber hecho el día, y
que era tiempo para tomar una garimba más e ir a casa a reponer fuerzas para el
día siguiente. La realidad es que aún quedaba mucha tela que cortar. Cambiando
de tercio, era el momento de la fiesta más extravagante y llegó con Basement
Jaxx. Los amantes de la eléctronica, música House y parafernalia similares,
tenían cabida con la dupla de Brixton, que venía a descargar todos sus
conocidos singles. Desde luego, no pasaron desapercibidos con un conjunto
formado por media docena de cantantes y unas bailarinas escogidas para la
ocasión, que sorprendían a todos con su colorinche indumentaria y su show
estrafalario y exótico por partes iguales. No fueron un plato de mi gusto, pero
reconozco que se lo curraron y llevaron a cabo una soberbia actuación. Entre
tanto, transcurría el evento y los amantes de los grupos locales se podían
dejar caer en el escenario Euskadi que aglutinaba a los grupos vascos, donde cerraría
más tarde “Zea Mays”. Pasaba la media noche
y con todo el mundo arriba y un montón de gente incorporándose para los cabezas
de cartel llegaba el turno de los ingleses “Placebo”.
Los de Brian Molko quizás algo más suavizados últimamente en disco, tiraban de
galones y clásicos combinados con sus temas más recientes para calzarse un buen
concierto y cumplir con las expectativas de los presentes, a pesar del tiempo
que disponían. Venían apelando al amor con su “Loud like love”, disco que
presentaron en profundidad para el tiempo que disponían “Loud like love”, “Too
many friends” o “A million Little pieces” cayeron perfectamente integradas en
un selecto repertorio que dejaba para el final toda la artillería pesada. Brian
Molko estuvo cercano y muy comunicativo con el público, que lo agradeció,
mientras nos enseñaba su coqueta colección de guitarras. Rescatarían en el tramo final, “Special K”, “The bitter
end”, “Running up that hill” e “Infra-red”, resultando triunfantes ante el
enardecido público. Aún quedaba tiempo para poner el broche a la que era ya,
una satisfactoria jornada para muchos. Los festivos “Zea
Mays” y “FM Belfast” fueron una
apropiada manera de cerrar el día.
SABADO
Con el buen sabor de boca
que traíamos del Viernes, llegaba la segunda jornada, con otro montón de oferta
musical y nuevas bandas por conocer. Aún ojerosos, la tarde despegaba con una
mezcla muy estimulante y sorprendente. Muchos seguían de refilón, bandas como “La
Maravillosa Orquesta Del Alcohol” que mezcla sonidos de acordeón o banjo
con sus diferentes estilos, blues, folk, o country creando siempre buen
alboroto, o los rockeros argentinos “Babasonicos” con una estética muy cuidada y que sorprendían a
base de rock experimental y psicodélico.
A las 21:30 una de las bandas estrella del festival “Mando Diao”. Los suecos se dejaban caer por estos lares para presentar su nuevo trabajo “Aelita” y descargar su brillante y efectivo indie rock. Escenografía e indumentaria <<blanco inmaculado>> acompañaban a los nórdicos, que adicionalmente resultaban bastante estrambóticos para ser honestos. Se notaban las ganas de verles y a pesar de la hora el público abarrotaba el pabellón y es que nadie quiso perderse su “Dance with somebody” momento imborrable del festival, que fue literalmente una fiesta con todo el mundo cantando al unísono. Interpretaron un show movidito que no dejó títere con cabeza. A continuación era el turno de los ingleses “The Kooks”, banda favorita entre los más adolescentes. Su mezcla de britpop y rock cautivaba rápidamente a la audiencia que rato antes estaba deseosa de toparse con ellos. Hicieron gala de ese estilo dinámico con el que se manejan sobre el escenario y que a tenor de lo visto es lo que se reclamaba. No faltaron temas como “Junk of the heart” y la pegadiza “Naive”. El festival seguía corriendo y llegaba el turno de la que era mi apuesta del día “Mogwai”.Cambio radical el que nos aguardaba. “Mogwai” son una banda de post punk, de mucha calidad pero que igual tocaba en un horario algo raro para el estilo que practican. Congregaron de inicio mucha gente, y es que no son pocos los que mitifican estas bandas sin conocerlas. Venían acompañados de una escenografía impactante, y perfectamente vinculada al espectáculo que presenciamos. Como si tuvieran una mampara transparente que les separara del público comenzaron su actuación, completamente carentes de emociones. Muchos abandonaron a las primeras de cambio, soltando improperios y otros sin embargo seguían embelesados la ceremonia en la que nos sumergieron. Desde luego que no es una banda que pase desapercibida, y por ello no hay sitio para tibios, o bien te gustan o te parecen un tostón. Por mucha quejas que pueda haber, es incuestionable su alarde de destreza, precisión y concentración en todo momento. Sin duda una experiencia desigual para lo que nos encontramos en el festival y que aportó un punto a contracorriente del resto de bandas por su idiosincrasia.
Pasada sobradamente la media noche, tocó el turno de los cabezas de cartel “The National” , los de Ohio venían con su aclamado disco debajo del brazo, “Trouble will find me” que ha arrasado e incluso ha sido nominado como mejor disco alternativo en los grammys. La banda dio un magnífico show, en un recital repleto de todos sus clásicos, con un “Matt Berninger” inspirado y espléndido, impartiendo lecciones de frontman y totalmente volcado en llevar a su banda a lo más alto del festival. Así fueron repasando sus temás más emblemásticos y sorprendiendo a los profanos con cortes de la talla de “I should live in salt”, “I need my girl”, o una “Terrible love” cantada desde el público, a donde fue a parar en la parte final del bolo. “Sufjan Stevens” se unió al grupo durante todo el repertorio, sumándole un punto extra más si cabe de nota, ya que el músico resultó estar completamente integrado en la banda. Sin duda, uno de los personajes de moda que pululan por el mundillo indie/pop. Agradable regusto, el que nos dejaron.
La noche ponía punto final para un servidor tras dos excelentes jornadas, pero nuevamente quedaba tiempo para mucho más. A continuación salían ”La Roux ” a presentarse en escena y a eso de las 4 y pico de la mañana harían lo propio “Delorean” para deleitar con sus bailables a todos los fiesteros que venían a darlo todo hasta última hora.
En líneas generales,
podemos resumir el evento como una gran experiencia en los diferentes niveles,
llamado a contentar a todos por su reparto, y que se consolida con la presencia
de más de diez mil personas por jornada. La organización ha rallado a un gran
nivel y sólo queda reclamar en el tema de siempre, la barra. Algo de oferta de comida era necesaria y el
precio de los katxis a seis euros más dos de gestión, es quizás algo elevado.
Obligó a unos cuantos, algunos de ellos
no tan chavales, a salir a ratos fuera de las instalaciones.
En suma y haciendo balance final, un buen fin de semana para recordar, que esperamos se consolide año a año, como parte de la oferta festivalera y que por competencia en esta franja temporal no debiera tener problema.
Publicado en:
www.staticagemag.com/detallecronica.asp?id=33
En suma y haciendo balance final, un buen fin de semana para recordar, que esperamos se consolide año a año, como parte de la oferta festivalera y que por competencia en esta franja temporal no debiera tener problema.
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