Hellfest Clisson 2014
Este impactante festival de nuestro país vecino se celebra en Clisson, una pequeña localidad cercana a Nantes, famosa por sus viñedos y sus paisajes. Este evento no solamente se ha confirmado como una de las opciones más sólidas de Europa sino que por derecho propio se ha establecido como el festival más potente. Sin terminar el año previo y con el rápido anuncio del sublime cartel, éramos muchos los que rápidamente reservamos nuestra plaza, antes de que colgaran el cartel “sold out”. No en vano sólo los cabezas de cartel Iron Maiden, Aerosmith y Black Sabbath eran ya de por si suficiente reclamos. Si a esto añadimos que el cartel lo componen más de 160 bandas de todos los estilos que se reparten diariamente en seis escenarios diferentes, no queda otra que ir hasta allí.
Este impactante festival de nuestro país vecino se celebra en Clisson, una pequeña localidad cercana a Nantes, famosa por sus viñedos y sus paisajes. Este evento no solamente se ha confirmado como una de las opciones más sólidas de Europa sino que por derecho propio se ha establecido como el festival más potente. Sin terminar el año previo y con el rápido anuncio del sublime cartel, éramos muchos los que rápidamente reservamos nuestra plaza, antes de que colgaran el cartel “sold out”. No en vano sólo los cabezas de cartel Iron Maiden, Aerosmith y Black Sabbath eran ya de por si suficiente reclamos. Si a esto añadimos que el cartel lo componen más de 160 bandas de todos los estilos que se reparten diariamente en seis escenarios diferentes, no queda otra que ir hasta allí.
Haciendo un poco de historia, podemos destacar que la idea
original consistió en realizar un proyecto en el que hubiera hueco para esos
amantes de los sonidos más extremos. El buen hacer de sus organizadores y unos
carteles de lo más sugerentes, han ido llevando el festival a un crecimiento
progresivo, hasta ser el festival que es ahora, donde directamente se abarcan
todos los estilos, con especial importancia a los que les llevaron a donde
están hoy en día. A nivel de curiosidad en 2009 contar que debido a criticas
Coca-Cola quitó su patrocinio, y a día de hoy en el festival solo sirven de
refrescos “orangina” y una marca local de “cola”.
Ante semejante demanda, decidimos preparar el equipaje con
antelación y salimos de madrugada rumbo a Clisson con el fin de establecernos
lo antes posible y evitar los excesivos jaleos propios de estos eventos. Aún
así, cuando llegamos al mediodía, eran muchos los que habían pensado igual y
nos fuimos estableciendo de la forma más ordenada posible. Una vez situados
tocaba vistazo de reconocimiento por los alrededores, donde ya pudimos visionar
la “Hell City Square”, una enorme plaza inspirada en la calle principal de
Camden Town en Londres donde se encontraban unos cuantos stands privilegiados,
un punto de información y de prevención, estudios de tatuaje, y en el otro lado
el “Extreme Market”.
El “Extreme Market” es uno de los puntos más atractivos para
todos los asistentes. Dividido en dos departamentos, nos encontramos con
puestos donde poder localizar vendedores tradicionales de CDs, vinilos,
camisetas y merchandising propio de las bandas. Siempre es un buen punto donde
localizar material más extraño y diferente de conseguir. Además podemos
encontrar ropa del género, joyas, serigrafías, libros, y todo tipo de
accesorios. Sin duda, un lugar curioso donde querer perderse por unas cuantas
horas y donde fundir un montón de pasta.
El otro punto abierto el Jueves era el “Metal Corner” un
sitio donde comenzar la fiesta con unas cervecitas y donde a lo largo del festival
podríamos encontrar conciertos más underground o DJs que completaban la ya de
por si suculenta y extensa oferta musical del festival. Este punto serviría a
muchos desde el día siguiente para despertarse y tomar un café y desayuno con
el que coger fuerzas para la jornada. Abría a las 9:00 de la mañana y cerraba a
las 3:50 de la mañana con los más rezagados.
El Viernes amanecimos a eso de las 8:00 de la mañana, el
horario más Europeo se hizo notar, y las bandas que encabezaban el cartel,
aprovechaban esas horas para las pruebas de sonido. Las temperaturas del
festival fueron altas, ya que vivimos un clima inusual en la zona con mucho
calor, por lo que el pack de crema solar, gorra, pañuelo para el polvo, ropa
cómoda y botella de agua eran totalmente indispensables. Destacar el hecho que permitía
a los asistentes introducir agua y comida en el recinto, dato del que muchos
festivales españoles debieran de tomar nota. A eso de las diez de la mañana la
masificación se hacia notar y las inevitables colas comenzaban a sucederse.
El festival echaba a rodar con seis escenarios funcionando
de tres en tres ininterrumpidamente. Dos escenarios principales el Mainstage 1
y el Mainstage 2 donde tocarían las bandas más fuertes a priori del festival, independientemente
del estilo. El escenario denominado “The Altar”, fue el lugar de encuentro de
los aficionados al Death metal, “The Temple” sin embargo fue el escenario para
los aficionados a los sonidos nórdicos, donde encontramos a los seguidores del
Black metal. Otro de los escenarios fue el “The Warzone” rincón de los
hardcoretas que aglutinaba a muchas bandas Yankees. El ultimo que nos queda es
“The Valley” hueco para los sonidos más
experimentales como el “stoner”, “sludge” o “post rock”.
El espacio del festival era muy extenso y podíamos visionar
un apartado enorme de restauración, donde podíamos encontrar todo tipo de
comida, como mexicana, tailandesa, hamburguesas, o comida típica de la zona. No
era el único había otras dos zonas más pequeñas. Entre los escenarios un montón
de puestos de cerveza con un montaje impresionante, carpas, un bosque en el que
refugiarse del calor, varias fuentes de agua en las que refrescarse repartidas,
y otras bonitas instalaciones entre las que se encontraba una enorme noria desde
la que se contemplaba todo el festival y sus alrededores.
Por espacio sólo comentaremos los cabezas de cartel, con la
luz del día a tope, salían a escena Iron Maiden, para revivir su gloriosa gira
Maiden England. El setlist contenía pequeñas variaciones frente a los temas de
la ronda europea anterior y el mismo montaje. Temas como “Can I play with madness”, “The
Trooper”, “Fear of the Dark” y “Aces High” brillaron de lo lindo. La
gira del Maiden England es sin lugar a dudas, un evento obligatorio de ver para
todo metalero y en esta ocasión más aún con ese escenario y ese tremendo
repertorio de clásicos, con el que llevaban la partida ganada de antemano. Si a
eso sumamos la interacción con los fans con quienes Bruce Dickinson fue
compartiendo la contundente victoria de Francia a Suiza, la fiesta quedaba ya
consumada.
El Sabado el alboroto lo trajeron Aerosmith que venían de
nuevo desde la otra dimensión a presentarnos su show.El repertorio estuvo
plagado de temas setenteros, de esos que te ponen el vello como escarpias.
Arrancaron con “Back in the saddle”, con la banda al 100%, sin miramientos,
apoyados en un espectacular escenario de luces muy vistosas y con enorme
pantalla, y de ahí en adelante fue un no parar de pelotazos, con un montón de
momentos como los que situaba a Steven Tyler y Joe Perry en la pasarela
moviéndose con esa actitud macarra y chulería inigualable, con el sentimiento
que emanan temas como “Living on the edge”,
la interpretación vocal de Joe Perry en “Freedom fighter”, la conexión con
la audiencia en “I don’t want to miss a thing” o un Steven Tyler cantando
“Dream on” al final en un piano de cola blanco. De regalo además se sacaron “Come together” de “The Beatles”.
Qué más podemos pedir. La no menos emotiva “Sweet emotion” cerró una velada
casi perfecta.
Para redondear el festival el Domingo salieron a eso de las 23:15 pasadas Black Sabbath con Ozzy Osbourne liándola parda, y arropado por sus camaradas Geezer Butler y Tony Iommi que hicieron un trabajo completamente soberbio. A estos se unía Tommy Clufetos que rindió al máximo, manteniendo siempre el nivel de esa exigente bateria. Con esta presentación y temas como “War Pigs”, “Snowblind”, “Fairies wear boots” o “Iron Man” cualquiera puede imaginarse la maravillosa noche que vivimos. Agregaron además algún tema de su ultimo disco, hubo tiempo para casi todo y concluyeron a lo grande con “Children of the grave” y su clásico en bises “Paranoid”. El festival cerraba de forma monumental.
La organización ha realizado un gran trabajo y eso se constata a cada paso. Por supuesto quedan temas por mejorar, sobretodo en las instalaciones pero no se puede esperar más de un festival con ese cartel, esos cabezones y 150.000 tíos danzando por ahí. Para muestra un botón y despedirse estrechando la mano a varios de los miembros que trabajaban allí, habla por sí solo de la entrega y dedicación de esa gente. Los fantásticos conciertazos de los tres cabezas de cartel y ver a todas las demás bandas de las que podríamos destacar Emperor, Behemoth, Blue Pills, Clutch, Alter Bridge, Annihilator, Carcass, Buckcherry, Kverlertak o Caspian entre otras tocando tan motivadas, conscientes del escaparate donde están tocando, ponen todos los galones que sean necesarios a este festival. Nos retiramos con la idea de siempre, de haber llegado antes a algún concierto, o no haber llegado a tiempo a otro, de perdernos a alguna banda interesante por solaparse o habernos dejado cosas pendientes pero es que todo no se puede. Haciendo balance una experiencia fantástica que al menos hay que vivir una vez en la vida.
Para redondear el festival el Domingo salieron a eso de las 23:15 pasadas Black Sabbath con Ozzy Osbourne liándola parda, y arropado por sus camaradas Geezer Butler y Tony Iommi que hicieron un trabajo completamente soberbio. A estos se unía Tommy Clufetos que rindió al máximo, manteniendo siempre el nivel de esa exigente bateria. Con esta presentación y temas como “War Pigs”, “Snowblind”, “Fairies wear boots” o “Iron Man” cualquiera puede imaginarse la maravillosa noche que vivimos. Agregaron además algún tema de su ultimo disco, hubo tiempo para casi todo y concluyeron a lo grande con “Children of the grave” y su clásico en bises “Paranoid”. El festival cerraba de forma monumental.
La organización ha realizado un gran trabajo y eso se constata a cada paso. Por supuesto quedan temas por mejorar, sobretodo en las instalaciones pero no se puede esperar más de un festival con ese cartel, esos cabezones y 150.000 tíos danzando por ahí. Para muestra un botón y despedirse estrechando la mano a varios de los miembros que trabajaban allí, habla por sí solo de la entrega y dedicación de esa gente. Los fantásticos conciertazos de los tres cabezas de cartel y ver a todas las demás bandas de las que podríamos destacar Emperor, Behemoth, Blue Pills, Clutch, Alter Bridge, Annihilator, Carcass, Buckcherry, Kverlertak o Caspian entre otras tocando tan motivadas, conscientes del escaparate donde están tocando, ponen todos los galones que sean necesarios a este festival. Nos retiramos con la idea de siempre, de haber llegado antes a algún concierto, o no haber llegado a tiempo a otro, de perdernos a alguna banda interesante por solaparse o habernos dejado cosas pendientes pero es que todo no se puede. Haciendo balance una experiencia fantástica que al menos hay que vivir una vez en la vida.
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