miércoles, 4 de febrero de 2015

Marky Ramone's Blitzkrieg con Andrew WK




No hay nada como un concierto a mitad de semana para que se haga más corta y en especial si es uno de la clase que tiene Marky Ramone y sus secuaces.

La noche se prometía entretenida, calorcito de verano y un montón de clásicos de los Ramones, a toda pastilla como suele suceder en sus conciertos.
En estos últimos años ya se había dejado ver varias veces por nuestra geografía, una vez en Bilbao en el mismo Kafe Antzokia con los Expulsados, otra vez en el Azkena rock  de Vitoria con un cantante holandés, Alex y Clare B. Otra más, en Pamplona, con Michale Graves de Misfits quien estuvo espectacular, Alex y Clare B, y esta ocasión con cambio de formación de nuevo.

Andrew WK había formado equipo con Marky Ramone para dar un aire nuevo a los temas de los ramones y sobretodo incluir algunos temas, más raros que no estaban siendo incluidos hasta ahora. Además como apoyo instrumental venían de nuevo dos miembros de Expulsados su guitarrista y su bajista, quienes fueron unas máquinas  perfectamente ensambladas ejecutando al milímetro cada uno de los temas que tocaron esta noche. Desde el momento que les vi aparecer al escenario, pude reconocerles y saber que iban a cumplir sobradamente. Aún tenía el recuerdo del concierto que se cascaron en el mismo recinto hace unos cuantos años junto a su compañero Sebas Expulsado, quien para mucho es el heredero natural de Joey Ramone, y en cuya sala se desató completamente la irremediable locura.
Se apagaron las luces y la gente se fue situando para recibir a la banda con la intro, un tranquilo Marky Ramone con gafas de sol y camiseta blanca sin mangas saludaba a la audiencia antes de comenzar el recital. Tras él, los dos miembros de expulsados fieles a su estilo característico, y un Andrew WK que se había colado entre el gentío antes de salir a escena con una sudadera cubriéndole la cabeza y una botella de vino debajo del brazo, y que ahora salía completamente de blanco contrastando con el oscuro look que portaban casi siempre los ramones.
El concierto comenzó con la energía y furia de siempre, una banda completamente volcada al ritmo marcado por el único superviviente del cuarteto, que no fallaba un golpe, y desde el escondite que le proporcionaban sus gafas de sol, dirigía a sus colegas. El tema de inicio como viene siendo habitual fue “Rockaway Beach”, para dejar bien claro que la banda no venía a especular. De ahí en adelante clásicos y más clásicos, “Psycho Therapy”,  “I don’t care”, “Sheena  is a punk rocker” fueron algunos de los temas que tocaron en la primera parte del bolo. Los temas se fueron sucediendo uno tras otro, sin dar un respiro. Ni siquiera había hueco para los clásicos aplausos y ovaciones de rigor. Al  grito de “one, two, three,four” empalmaban otro temazo, y así se agregaban entre ellas, temas como “Havana Affair”, “Commando”, “Beat on the brat” y “53rd and third”, con todo el público completamente inmerso para ese momento coreando sus canciones, sin parar de bailar. Nada mal, por cierto para un Martes que además seguía al fin de semana donde se había producido el festival BBK live festival, pero que nada impidió que un montón de nostálgicos fans se acercaran a disfrutar una vez más  de estos himnos,  y a otros que iban a verle por primera vez para comprobar si era un proyecto serio o sólo una forma de hacer dinero. La duda quedó rápidamente resuelta.



El concierto transcurrió con bastante energía, obviamente el peso de ser Martes estaba ahí por lo que la audiencia mantuvo más la compostura y a pesar de estar muy metida y cogerse una buena sudada, no fue la locura que he visto en otras ocasiones, donde la banda actuaba en fin de semana.

La banda ejecutó la mayoría de sus clásicos, si bien alguno quedó en el tintero, aunque nada nos impidió de gozar de temas tan atemporales como “Rock and roll high school”, “I believe in miracles” “The KKK took my baby away”, o “Pet  Sematary” por mencionar unos pocos, ya que la banda por normal general realiza setlists de unos 35 temas, al tener muchos de ellos que no superan los dos minutos.
Entre una cosa y otra la banda abandonaba para una primera tanda de bises, donde volverían con su clásico “Do you remember rock and roll radio”  y después haría lo propio para otra tanda de bises, con tres temas donde rematarían la faena con el cover de Louis Amarstrong “What a wonderful night”, único cover que suelen hacer junto a R.A.M.O.N.E.S  de Motorhead que también están tocando y la ineludible para finiquitar “Blitzkrieg Bop”.
A modo anecdótico comentar que la banda dejó para el final algunos de esos temas que son menos conocidos para una buena parte de los seguidores, lo que momentáneamente deja al público algo frío al no reconocerlos, en un momento en el que todo el mundo está muy motivado y alterado. Aun así, para los que le hemos visto varias veces, es sin duda un aliciente interesante.

Andrew WK cumplió, se movió e interactuó con el público. Quizás como punto más negativo queda algo frío en temas como “oh oh I love her so” o “She is the one”, en donde queda muy lejos del feeling que Joey Ramone sabía transmitirle y que otros músicos como Michale Graves al que había visto anteriormente, demuestran saber manejarse, al estar muy acostumbrados también al material acústico. Comparaciones al margen, que son inevitables, disfrutamos de un buen frontman, un montón de clásicos, dos piezas seguras como los expulsados y un Marky Ramone que disfruta a día de hoy, haciendo lo que hace, y aún sigue en forma. A pesar de la tímida carrera que hizo al abandonar el Kafe Antzokia para irse al hotel que estaba ahí cerca.

Siempre digo lo mismo, que hay bandas que jamás me cansaré de escuchar y está es una de ellas. Larga vida a The Ramones.

Publicado en: http://www.stun.es/index.php/cronicas/839-marky-ramone-blitzkierg-kafe-antzoki-bilbao

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